ó Ift casa de huéspedes chico, parece que el demonio lo hace; mira que no nos han dejado trabajar cinco minutos seguidos. Fed. Cuando á mi me cojan otros versitos (vuelven á sentarse y trabajan.) Ja , ja, ia, estamos divertidos, huís. Aqui va á salir un esperpento! No hay remedio, con tanto sentarse y levantarse! (cuando está solfeando se oye tocar una trompa ó instrumento de metal de los inas grandes.) Anda, el músico de regimiento que tiene ese cuarto, (se levanta furioso, y llama á la puerta del cuarto; después empuja la puerta.) Vecino, vecino; le diremos compañero, (los sonidos déla trompa son muy fuertes y Luis grita mucho mas para hacerse oi>.) Compañero! {cesa la trompa.) Fed. Que diablos de hombre, {vd también á la puerta del cuarto.) Hombre, háganos usted el favor de no locar en este momento, porque estamos trabajando, y asi no se puede. Mesico. (deníro.) Pero hombre, yo también tengo que estudiar. Luís. Dispense usted, ahora concluimos, y luego puede usted estudiar lodo lo que quiera. Si boy no me tiro al canal! Fed. No podemos continuar en esta casa; con tantos huéspedes no es posible hacer nada. Voy á concluir de cualquier modo , y me voy á la calle. Luis. V yo también voy á concluir esta* estrofa: ya me falta poco, y esta misma tarde busco otra casa, ¡.van asentarse y sale doña Petronila corriendo; se dirige d Luis y se abraza ü él.) ESCENA XVI. Dichos, DoSa Pethomla. Pet. Ay don Luis de mi alma! Ampáreme usted! Mi marido está furioso! Luis, señora , suélteme usted ; qué tengo yo que ver?... Pet. No señor, no me suelto; protéjame usted por Dios; mi marido tiene celos de lodo el mundo. Fed. Pero señora, déjele usted. ESCENA XVII. Dichos, Don Siskbuto. Sis. Caballero, está usted abrazando á mi muger? Luis. No señor, yo no pienso en eso; ella me ha abrazado y me pide protección! Sis. Protección pides, muger sin corazón! Protección! Qué le be dicho yo? No le he advertido que no tienes necesidad de servir á los huéspedes? No le he prohibido que entres en las habitaciones de ellos? Pet. Eso es una mania luya, no tienes motivo para estar celoso. Sis. Tengo motivos! {se aproxima á ella con aspecto amenazador, y doña Petronila vuelve á cogerse á Don Luis.) l' no. (cerrando los balcones.) Señores, que la vecindad está en los balcones! Qué dirán! Sis. Que digan lo que quieran. Anda allá dentro, muger descastada, no tienes cariño á tu marido.^ Pet. Mas que tú mereces. Sis. Lo vé usted! Ahora me insultas? Luis. Pero bien, no quiera usted castigarla. Sis. No señor, eso no; soy un caballero, y es indigno de un caballero casligar'á una muger. Luis. Bien, pero déjela usted ahora. Sis. Veo, don Luis, que usted la defiende demasiado, y voy conociendo que mis sospechas no son infundadas. Luis. Yo! Le parece á usted que yo me habia de emplear... Pet. Oiga usted , don Luis , yo no soy una muger despreciable.' Luis. Si, ya lo sé. Sis. Mira á lo que das lugar! A que todo el mundo le desprecie! Pet. Tú tienes la culpa. Sis. Anda allá dentro. Pet No me voy. Sis Obedece á tu esposo. Luis Por Dios, señores, déjenme ustedes, y no me metan en estas danzas. (Eu medio de estos gritos, que serán muy fuertes, vuelve el déla trompa á tocar muy alto; Federico corre á la puerta y lo llama.) Fed Vecino! Vecino! Por Dios, calle usted ; esta casa es un infierno! ('Las siguientes palabras de Luis, doña Petronila y don Sisebuto, se dirán al mismo tiempo que suena la trompa.) Sis. Sal de este cuarto inmediatamente. Pet. Eres un tirano! Sis. Mira al ridículo que me espones. Luis. Señores, que vá á venir el celadordelbarrio. Pet. ngrato! Sis No hay ingrato que valga! Pet. Quiero divorciarme. Luis. Este es un escándalo. Callen ustedes ó me marcho. Fed. {al muííco.) Le digo á usted que es una imprudencia ponerse á locar ahora. Músico. Yo tengo raí cuarto, y puedo hacer en é lo que me dé ia gana. (Vuelve á tocar; en medio de este desconcierto vuelve á oirse el organillo en la calle.). Luis Váyanse ustedes á su cuarto. Pet. Me voy, si señor. Sis. Y yo también. (^Las últimas palabras que se pronuncian en medio de este alboroto, son las de los tres personages anteriores. Don Sisebuto y doña Petronila se van; Luis y Federico quedan solos..^ ESCENA ULTIMA. Luis , Federico. Luis, (gritando.) Vayan ustedes con mil diablos, y nosotros también nos vamos ahora mismo á buscar otra casa de huéspedes, donde podamos trabajar con mas comodidad. Fed, Tienes razón; abora mismo... {vase liúda la puerta del foro.) Luis, (deteniéndote.) Escucha: para marcharlo un aplauso pediremos, y asi contentos iremos con la música á otra parte. FIN. JUNTA DE CENSURA DE LQS TEATROS DEL REINO.— Aprobada en sesión del 17 de febrero de 185'2.—Antonio Grueroía.=Es copia del original censurado. Madrid: 18S2. lalama,—Duque de Alba, i a.