extraordinario realce y adquirir encantos qm con toda tu buena voím- tad no hallariaa aeguramente en la simple lectura» No habiendo sido posible verificar esta alianza preciosa en las pri~ m^ras ediciones, que por varios motivos tuve siempre por provisionales, me estimulaba al trabajo la esperanza de ofrecerte^ andando él tiempo<^ una edición, como la presente, de forma hermosa y elegante, digna de tales ojos, y además completada con el texto gráfico que, á mi juicio^ es condición casi intrínseca de los Episodios Nacionales. Esta esperanza, selíor y amigo, ha llegado á ser cosa efectiva; y al coTisignarlo con alegría, no puedo ménos de atribuir el principal mérito de ello, más que á mi constancia, á la buena suerte de haber encontrado en los Sres» Hermanos Mélida colaboradores tan eficaces, que con sus d/ibv^ jos han tenido mis letras una interpretación superior á las letras mismas: de tal modo han igualado ellos aquí á los grandes artistas, cuyo don principal consiste en sublimar y enriquecer los asuntos. Yestidos con magníficas galas, los Episodios Nacionales salen hoy nwvamente á luz. Estos son aquellos veinte libritos que durante Ocho afíos han andado por ahí, feos y desnudos, sin más atavío que la dalmá- tica nacional, tan venerable como abigarrada. Humildes entónces, gozaron de tus favores; co'iissanos ahora, se creen con derecho á obtener tu privanza. T como nada hay más fastidioso que los prólogos largos, ordeno y mando, en obsequio tuyo, que este sea pequeñísimo. Tengo preparado un luengo y prolijo escrito sobre el origen de esta obra, su intención, los elementos históricos y literarios de que dispuse, los datos y anécdotas que recogí; en suma, un poquito de historia ó más bien de Memorias literarias, con la añadidura de algunos desahogos sobre la novela contempo^ ránea, Pero echando de ver que estas cosas interesan medianamente y caen mejor en postdata que en prólogo, me las guardo para el fin de la obra, donde podrá verlas, leerlas y gozarlas el que absolutamente no tenga otra cosa que hacer. La brevedad de mi Prefacio me da derecho á tu gratitud. Por los continuos favores que ras dispensas, la mia es muy grande. y áfo/'nW, Mwso 1881» ■00 10