CUENTOS OE EN COUORES KAM-AMBÚ. EL CURANDERO P OR las fronteras de Mozambique, donde empieza el desierto africano, y sólo de trecho en trecho se encuentra una aldea de chozas, perdida entre la gigantesca vegetación del país, y más abundante en fieras de todos tamaños y especies que en seres humanos, dos soldado« portugueses tuvieron la poca precaución de alejarM una vez del destacamento a que perten«cian, y se extraviaron. Las noches de angustia y los dias fatigosos que pasaron, no son para dichos. Cazando y cogiendo frutas de los árboles, no les faltaba alimento; pero, ¿adónde ir?