6 Isa.. Ay de raí. Ram. Mis dudas rae engañaran... y qué? vamos. Isa. Accedí. Ram. Aparta... J.-íA. No, no, Ramiro! Ram. Entregar á otro tu fé! Aparta. Isa. Oh Dios! Ram. . Yo deliro! Isa. Yo también, mi bien, suspiro, y lo que pasa no sé. Mi padre morir! fué horrible! Mi vida ofrecerle es poco. Ram. Tal sacrificio... Isa. Es terrible, no es verdad? Ram. Me vuelvo loco... Tú perjura! Y es posible en tu pecho tal traición! Isa. No es verdad que no cabia ese acto en mi corazón? Ram. Mas... cupo. Isa. No lo sabía... Se ofuscaba mi razón, fuera de mí... aquel papel tan atroz pude firmar. No sé que siento... Ram. Isabel! iSA. Juré á mi padre salvar!! Ram. y me has vendido, cruel! Isa. ¿No conoces tú el amor que á un padre se tiene, di? Ram. Nunca gocé tal favor. Tan solo á mi madre vi que siendo niño perdí. Isa.Y la amabas? Ram. Con fervor; pero murió ¡madre mia! Soy huérfano. Isa. En mi lugar qué hicieras? Ram. Oh! queagonia! no pretendas recordar! cuanto padecí aquel dial Isa. y dime, si por ventura hácia el suplicio cruel la vieras ir, ¡que amargura! la salváras? R-im. Isabel! cesa de hablarme, perjura. Si tu amor firme guardáras no tan pronto le vendieras, y, aunque obstáculos halláras vencerlos también supieras, y otros medios encontráras. Isa. Que dices, Ramiro, di, que he vendido tu pasión, cuando eres tú mi ambición, cuando tu trono está aquí grabado en mi corazón? Ram. No me intentes disuadir pues bastante es tu mudanza: murió mi grata esperanza. l* A. Que horroroso es mi sufrir!! Ram. Venganza, cielos, venganza.'!! Isa. Dejame, por Dios, te ruego, no acrecientes mas mi pena. R am. Va lo comprendo muy luego. Amor y Patria. te dejaré con sosiego , destruyendo tu cadena. Porque eres de la nobleza creiste hacerme un favor con aceptar mi terneza. Isa. Eso no... Ram. Pero hay honor en este pecho y grandeza. Isa. Mi amor... Ram. Le he dado al olvido. Dehoy mas, sin ti, libremente respiraré; me has vendido: pero... ay de ese nuevo querido! y, ay de tí, perjura!! Isa. Tente. Ram No... Isa. Perdóname... te vas? Ram. Así tu amor lo dispone. Isa. Ah! no, no: perdona, (cae desmayad a.) Ram. Atrás, pidele á Dios te perdone que yo no lo haré jamás. FIN DEL ACTO PRIMERO. ACTO SEGUNDO. LA CONSPIRACION. Sala en casa de Hernando, ESCENA PRIMERA. Hernando Davila , Joan Alonso, Pedro Galvez, Conspiradores. ’ Her. Teneis razón; no es posible sufrir tanto desafuero. Galv. Todo se vúelve injusticias y un coto poner debemos. Juan. Infeliz de nuestra patria! desgarrada, sin consuelo, juguete de los partidos se hundirá sin mas remedio. Galv. La desunión por do quiera va tomando mas fomento, y Castilla será pronto presa de algún estrangero; Juan. El Rey de Navarra astuto se adhiere á los descontentos, y su hermano el de Aragon, coaligados á este objeto, se repartirán al cabo nuestras ciudades y pueblos. Galv. Verdad es también que el rey que nos manda es taninepto!.. JcAN. Su indolencia es estremada; es injusto para premios, pues los niega, y aun castiga álos que son dignos de ellos, dándoselos con largueza al cortesano embustero. Digalo ese condestable don Alvaro de Luna. Galv. Cierto. Don Juan e&rey solo en nombre y don Alvaro en los hechos. IIeb. Lástima que á ese valido.