10 { Psalm. 18. la experiencia suia como deseosso de rremediar ynconvenientes tantos j pennalidades tan jnsiifri- bles con riesgos y peligros que hasta agora no án podido escusarse, se dejo enuistir de unos prolongados discurssos y repetidos desvelos el señor go- vernador y cappitan general don Francisco Martínez de Espinossa, hallando en su discreto advertir la contemplación suia el advertido reparo en lo atras referido, como en los ex(jesiuos gastos de fletes en la saca de sus haciendas, que son en efecti- ua plata doble, y los que se causan desde los paramos hasta los puertos de Gibraltar, adonde no se le escusan riesgos de yncendios o de enemigos que suelen ynfestarlos, como emos uisto lo uno y otro, con daños cregidissimos de sus dueños que aun al pressente clamorian sus perdidas. Hallo en el xpiano pecho de el señor Gouer nador, con la consideración passada, la presente que es el ser aquel puerto de Gibraltar tan sujeto a enfermedades varias y em particular a calenturas y ardentissimas fiebres y causones, de tal manera que non est qici se ahscondat a calore illo- rarriy como hablando de el sol diqe David; y si por buena suerte suia escappan de la muerte, no de el deseado logro de sus haciendas y caudales, por los- exqesiuos gastos que se causan en el puerto dicho que, siendo tanto en tiempo de que goqan salud los tratantes y mercaderes, en los tiempos de las enfermedades suias, son como excesiuos, miütipplica- (c) 2007 Ministerio de u