—G— cho en cumplimiento de su deber; debe creerse acreedora á esa protección, estableciendo en ella una ó mas granjas modelos patrocinadas y subvencionadas por el Estado, granjas que la Sociedad de Amigos del País establecería gustosa si su situación lo permitiese, pero que ayudada por el Gobierno, está dispuesta á estudiar detenidamente el asunto y á plantearlas, prometiéndose que con pequeño sacrificio por parte de los fondos generales de la nación, se podria alcanzar en pocos años un aumento de riqueza que le indemnizase del desembolso que Iñciera. En estas granjas podrian adquirir instrucción varios jóvenes pensionados por los Ayuntamientos, que mas tarde habían de ser los labradores de la provincia, y claro es que aquellos que aprendieran á cultivar la tierra con los conocimientos perfeccionados de la agricultura, los aplicarían por necesidad y por convencimiento á sus heredades cuando se encargaran de su cultivo. La explotación de las minas, el desarrollo de la industria, cosas ambas dignas de un estudio concienzudo y detenido y que se propone esta Sociedad exponer á Y. M., una y otra necesitan alicientes para que los capitales afluyan á ellas, adquiriendo la seguridad de que el trabajo empleado produzca resultados dignos de la actividad desarrollada; es necesario también proporcionar facilidad y economía en la exportación de los minerales, sin que aquellas empresas que con sus utilidades han de suministrar al país la abundancia de trabajo lucrativo, tengan que hacer desembolsos de gran importancia relativa, antes de emprender sus operaciones principales. Las leyes de nuestra nación y su Gobierno han cuidado con solícito esmero, que nunca será bastante apreciado, de subvencionar las grandes líneas férreas que (c) 2007 Ministerio de Cultura