8 lilt agente de Poliefia. rones; el ministro tiene sin duda intención de agregaros á mis dependencias. Per. Sugongo que sí: él me ha dirigido á vos. Des. Es claro, si. Pues señor, veinte francos diarios. Tomad por el diade hoy. (Saca una moneda de oro y se la dá.) Per. Cómo!... qué... Oh! Des. Cada mañana recibiréis otro tanto. Per. Veinte francos por día! Dios omnipotente! Pues soy millonario! Pero rae habéis de permitir, ciudada- dano Fer... Desaunais... Con diez francos me sobra... Des. Quite allá! Buen escrúpulo por Dios! Per. (Qué canongía!) Des. En cuanto á vuestras funciones... Per. Las llenaré con el mayor celo. Qué tengo qué hacer? Des. Frecuentareis los parajes mas públicos, los paseos... Per. Justamente no hago otra cosa hace un mes. No » parece sino que presagiaba yo... Des. Los cafés mas principales: comeréis en las mejores fondas. ' ' Per. En las mejores? Des. Por supuesto. El ministro no querrá que vayaisá los bodegones. Per. Oh! El decoro! Y ya que es tan precisa y tan laudable costumbre la de comer... (Hasta ahora no me hk propuesto ninguna obra de Romanos.) Des. Por la mañana antes de las nueve... Per. (ikquí está el busilis! Pues, las tareas, las horas de oficina.) Des. Hablaremos mano á mano diez minutos. Per. y después? Des. Lo dicho. Volvereis... Per. a pasearme? Des. Se entiende. {Sigue apuntando.) Per. (Pero es posible! Veinte francos diarios por la dulce obligación de pasearme? Pues ahora veo que no hay cucaña como ser eiñpleado... No, no: más tendré que hacer, sino que al principio no querrán asustarme.) Des. {Guardando la cartera.) Conque hasta mañana. Per. a dónele nos veremos? Des. En el ministerio. Per. No me dejarán entrar. Des. Daré vuestro nombre al portero mayor, y os guiará por mi puerta secreta. Ah! por si necesitaseis verme en el resto del día, os firmaré un pase. A ver, un pedazo de papel, cualquiera... Per. {lievolviendo, y al fin toma la lista de Julio.) (Qué es esto? Qué retada de nombres! Pierrot, Sandri... Esto habrá venido de la tienda.) Des. Eh! bueno es ese. {Lo dobla ?/escri&s.) A propósito, dónde pensáis comer hoy? Per. No sé francamente: no tenia plan fijo sobre eso*. Des. Bueno; pues iréis al Cuadrante azul. Per. Al Cuadrante azul! Y qué tal? ¿.\llí se... Des. Pues...Allí hay siempre reuniones... Per. Es natural; donde tratan bien, acude la gente. Des. y á dónde acude la gente... eh? {Acaba de escribir.) Per. Ya. Des. Tomad; esto basta. {Le dá el papsl.) Ver. Y mi nombramiento? Des. Para qué? Sois del servicio particular. Per. Ah! bien. Des. No puedo ya detenerme! Que no faltéis mañana. Per. Contad con mi eficacia, mi puntualidad y mi deli- ■ cadeza; Des. Oh! Eso... {Sonriéndose, vase.) ESCENA XI. Perri», Bernard, y á poco Teresa. Per. Hasta mañana, ciudadano Duraanet. Ber. (No he podido alcanzarle por mas que he corridor Qué hago yo ahora? Estoy por escribir al primer cónsul. Sí tal vez...,sin noinbraránadie...) Per. Oh, Bernard! Y Teresa? Ber. Ya viene. Per. (Pobre muchacha! ;Qué sorpresa la suya cuando... Oh! qué prebenda me lluebedel cielo! Si estaré soñan- . do? Tengo un miedo de despertar!...) Ber. {A Teresa que sale.) Gracias á Dios, que estás de vuelta! Ter. Qué vá á ser de nosotros? A tres parroquianas he visto, y nada he podido... Ber. Chit. {Alostrándola á Perrin.) Per. Ahí estás, Teresilla? {Se levanta.) Me alegro: me alegro. Con eso comeremos hoy temprano. {Mírala con alegría.) Ter. {Ap. á Bernard.) (Dios raio!) Ber. (Quién le dice ahora que se haga una cruz en la barriga?) Per. Qué es eso? No teneis apetito? Ter. Sí, tio; pero... no sabemos... Per. Dónde nos tienen preparada la comida? eh? Eso corre de mi cuenta. Ahora me toca á mi. Hoy pago yo! Algún dia me había de tocar el escote. Ber. Cómo? Ter. Qué decís ? Per. Sí, Bernard, sí, Teresa mia. No mas afanes , no mas miseria: ya somos ricos, venturosos: tengo un empleo. Ber. Un empleo! Ter. {Gozosa.) Vos, querido tio? Per. Un destino soberbio. Ber. Y cuál es? ' Per. No lo sé todavía, ni puedo decir á punto fijo cuáles son*mis deberes y atribuciones; pero hasta ahora puedo asegurar, que no son superiores á mis fuerzaá. Y qué sueldo! Veinte francos diarios! Seiscientos francos mensuales. Ésa venía á ser mi renta anual en el curato. Ter. Veinte francos diarios! Per. La mitad para tí. Qué digo? Todo, todo para vosotros, hijos míos. Con tal que yo os vea dichosos, y queme dejeis un rincón cerquita de vosotros, eso me basta! Éa, vamos; ya es hora de que yo éntre en el ejercicio de mis funciones; habéis de saber que uno de los deberes que me han impuesto es... comer bien; y la felicidad dá un apetito... Vamos, vamos, seguidme. Ter. a dónde vamos? Per, a la fonda: aquí no se remienda de viejo. Ter. {MmJ alegre.) A la fonda? Quién me diría!... Per. Iremos al Cuadrante azul. Ber. {ap. y turbado.) (Al Cuadrante azul! Dios de Bonaparte! Allí se reúnen.. (¿Con qué cara mepresento.,) No podremos ir á otra parte? Allí habrá mucha gente/ - Per. Mejor. Estaremos mas divertidos. Y además, mi palabra está empeñada. Ea, vamos. Toma el brazo, chiquilla. Qué tienes tú, muchacho? Ber. Nada: la misma alegría... (Qué compromiso de Satanás !) Ter, OJi qué dia de felicidad! Per. Cómo nos vamos á regalar! Y yo que no almorcé de pesadumbre! El primer brindis, á la salud de mi ' amigo José, FIN DEL ACTO PRIMERO.